Calcular cada costo de construcción es esencial para evitar sorpresas financieras en las obras. Sin embargo, muchos profesionales se encuentran lidiando con presupuestos que no cuadran y proyectos que superan los costos estimados.
En este artículo te vamos a contar cuáles son los tipos de costos de construcción que tenés que considerar al momento de armar tu presupuesto, y vamos a analizar los distintos factores que influyen en estas cifras, como la ubicación y las regulaciones locales.
Además, te vamos a compartir la última tecnología diseñada para mejorar la precisión de tus cálculos.
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Tipos de costos de construcción
Entender los diferentes tipos de costos es clave para el éxito de todo proyecto. Y cada obra, dependiendo de su magnitud, implica una variedad de gastos que deben ser considerados cuidadosamente.
Los costos de construcción no solo incluyen los materiales y la mano de obra, sino también aspectos menos evidentes, como permisos, diseño y gastos imprevistos.
Conocer estas categorías te va a ayudar a planificar mejor, evitar sorpresas y mantener tu proyecto dentro del presupuesto.
La primera distinción que tenemos que hacer es entre los costos directos y los costos indirectos.
Costos directos
Los costos directos son aquellos relacionados con la obra en sí. Por ejemplo,
Materiales. Incluye todo lo requerido para la construcción, desde cemento, ladrillos, acero y madera, hasta elementos específicos como instalaciones eléctricas y sanitarias. Acá se debe considerar la calidad y la durabilidad requerida para cada material, así como su disponibilidad en el mercado.
Equipos. Engloba las herramientas y maquinarias necesarias para realizar la obra, que puede ir desde pequeños instrumentos manuales hasta grandes grúas y excavadoras. En este punto, se evalúa si es más rentable comprar o alquilar el equipo y cuál es el costo de su mantenimiento y operación.
Mano de obra. Abarca los costos asociados con el personal requerido para ejecutar la construcción. Este apartado incluye los salarios de trabajadores, supervisores y técnicos, así como los costos de seguridad laboral, capacitación y, en algunos casos, la alimentación y el alojamiento del personal en la obra.
Costos indirectos
Los costos indirectos, a diferencia de los anteriores, son gastos que no están directamente ligados a la obra, pero que son necesarios para su ejecución. Por ejemplo:
Permisos. Comprende las autorizaciones y aprobaciones legales necesarias antes de iniciar una construcción. Esto va desde permisos de zonificación y uso de suelo, hasta licencias específicas requeridas por entidades locales o estatales. La complejidad de obtener estos permisos puede variar significativamente dependiendo de la jurisdicción y del tipo de proyecto, por lo que los costos asociados también fluctúan.
Seguros. Son esenciales para proteger la inversión en el proyecto contra accidentes, daños y otras contingencias. Los seguros de construcción pueden abarcar responsabilidad civil, riesgos del trabajo, seguros de equipamiento y vehículos, entre otros. Cada uno tiene un costo que se debe presupuestar y que representa una parte importante de la protección financiera durante el desarrollo de la obra.
Gastos generales de administración. Encuadra todos los costos asociados con la gestión del día a día del proyecto, que no están vinculados directamente a la construcción física. Por ejemplo, salarios del personal administrativo, alquiler de las oficinas, servicios de contabilidad, legal y otros profesionales, así como gastos en software de gestión, entre otros.
Un presupuesto de construcción bien detallado tiene que considerar todas estas categorías, para brindar una estimación realista y permitir un control financiero efectivo a lo largo del proyecto.
Factores que influyen en los costos de construcción
La estimación de costos de construcción no es una tarea sencilla y hay distintos factores que influyen en ella, haciendo que puede ser más alta o más baja de lo esperado.
Veamos algunos ejemplos de esos factores que pueden mover la aguja económica en un proyecto.
La ubicación geográfica. Este es un elemento determinante en el costo final debido a la variación del precio de los materiales y la mano de obra. En Argentina, por ejemplo, las diferencias económicas entre las provincias pueden provocar cambios considerables en los presupuestos.
La envergadura y sofisticación del diseño. Se trata de puntos críticos que inciden directamente en los requerimientos de recursos y en la extensión del calendario de ejecución. Proyectos de gran magnitud o arquitectónicamente complejos en centros urbanos como Buenos Aires, Córdoba o Rosario pueden enfrentar retos logísticos y de coordinación distintos a los de zonas más remotas o menos pobladas.
Las fluctuaciones del mercado. La oferta y demanda de materiales y servicios de construcción en Argentina pueden verse afectadas por factores económicos locales, como la inflación o políticas comerciales, impactando, así, sobre los presupuestos proyectados.
La normativa gubernamental y los códigos de construcción. Particularmente en nuestro país, estos pueden variar de una jurisdicción a otra, suponiendo requisitos adicionales que elevan los costos operativos. En este punto, es necesario prestar especial atención a regulaciones específicas, como las normas sismorresistentes en regiones propensas a terremotos o las regulaciones ambientales en zonas de valor patrimonial o ecológico.
Las contingencias o imprevistos. Siempre se debe crear un fondo para contingencias que podrían surgir durante la obra y que, al mismo tiempo, podrían encarecer el presupuesto inicial. Mantener un equilibrio entre una organización meticulosa de los materiales y la previsión de incidentes inesperados es esencial para no comprometer la estabilidad financiera del proyecto.
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